Una wedding planner es mucho más que una simple organizadora de eventos; es la persona que se encarga de transformar los sueños de una pareja en realidad, cuidando cada detalle y asegurando que todo transcurra sin contratiempos en el día más importante de sus vidas.
Desde la planificación inicial hasta el cierre del evento, las responsabilidades de una wedding planner son variadas y cruciales para el éxito de una boda.
Planificación y Coordinación
Una de las principales responsabilidades de una wedding planner es la planificación integral de la boda. Esto incluye la elaboración de un presupuesto, la selección y coordinación de proveedores, la elección del lugar de la ceremonia y la recepción, y la gestión de la logística del evento. La wedding planner trabaja estrechamente con la pareja para entender sus deseos y necesidades, y luego desarrolla un plan detallado para garantizar que todos los aspectos de la boda se alineen con su visión.
Gestión del Tiempo y el Itinerario
La creación de un itinerario detallado es esencial para que el día de la boda transcurra sin problemas. La wedding planner establece un cronograma que incluye todos los eventos importantes, desde la preparación de la novia hasta la última canción en la recepción. Además, se asegura de que todos los proveedores y miembros del equipo conozcan y sigan este itinerario, lo que ayuda a evitar retrasos y garantiza que cada momento se ejecute a la perfección.
Supervisión en el Día del Evento
El día de la boda, la wedding planner está presente para supervisar cada detalle. Desde la llegada de los proveedores hasta la disposición final de la decoración, su presencia es fundamental para resolver cualquier problema que pueda surgir y para asegurar que todo salga según lo planeado. También es responsable de coordinar a los invitados, ayudar a la pareja con cualquier necesidad que tengan y manejar cualquier emergencia que pueda presentarse.
Ejemplo: La Boda de Fiorella y Frank
Un ejemplo perfecto de cómo una wedding planner puede hacer que un día especial sea aún más memorable es la boda de Fiorella y Frank. La pareja eligió el Parque Maria Reiche en Miraflores para su sesión de fotos, un lugar que tenía un significado especial para ellos, ya que fue donde comenzó su romance. La wedding planner programó meticulosamente un tiempo suficiente para la sesión de fotos después de la ceremonia, asegurando que el cronograma del día se cumpliera a la perfección. Gracias a esta planificación cuidadosa, Fiorella y Frank pudieron capturar momentos inolvidables en un lugar lleno de recuerdos, sin preocuparse por los tiempos ni los detalles logísticos.
En resumen, una wedding planner se encarga de cada aspecto de la boda, desde la planificación y coordinación inicial hasta la ejecución final el día del evento. Su objetivo es aliviar el estrés de la pareja y asegurar que su día especial sea todo lo que han soñado, permitiéndoles disfrutar plenamente de cada momento.